La receta no puede ser más fácil: 4 huevos, y 250 gramos de todo, mezclar y al horno.

Sale un bizcocho compacto y bastante sabroso. Quizá le falta un poco de almibar para conseguir que esté más suave, pero tal y como está es perfecto para mojar en el desayuno.

• 4 huevos
• 250gr de mantequilla
• 250gr de harina
• 250gr de azúcar
• 1 cucharada de café de levadura (1/2 teaspoon si tienes medidas de reposteria)
• pasas, ciruelas, pepitas de chocolate, chorrito de ron…. lo que se nos ocurra

Horno a 180 grados.

Tamizaremos la harina junto con la levadura y reservar.

Yo suelo enharinar los trocitos de ciruela y pasas: teóricamente es para que no se vayan al fondo, pero a mí se me van al fondo igual. No sé si el truco será otro: quizá esperar a que haya comenzado la cocción….

Por un lado, pondremos a fundir la mantequilla y reservamos.

Batiremos los huevos junto con el azúcar hasta que emulsionen (usando las varillas).

A continuación añadiremos la harina a la mezcla, esta vez lo suelo mezclar con cuchara para evitar que las burbujas que hayan podido quedar atrapadas en la mezcla se liberen. A continuación añado la mantequilla a la mezcla y por último las pasas o los frutos que sean.

Ponemos la masa en un recipiente para horno previamente enharinado y al horno.

En el caso de mi horno, a los 15-20 minutos (cuando ha subido un poco), lo bajo a 165 grados para que la cocción no queme la parte superior del bizcocho.

Retirar cuando al meter un chuchillo salga limpio.