Mi suegra acostumbra a hacer una tarta a base de galleta y nocilla que ella llama “de las de antiguamente”: era una receta bastante sencilla, que se hacía en cada casa de una manera, pero que básicamente consistía en apilar capas de galleta maría con alguna pasta dulce: nocilla o lo que hubiera por casa en ese momento.
Mi idea es darle una vuelta a este postre añadiendo un almíbar a las galletas para que estén mas jugosas y en lugar de una pasta, poner algo más jugoso, como una mousse de chocolate, para que la tarta quede más suave.
De ahí el nombre de “tarta del nieto”: sería la tarta de la abuela, revisada.
Para cuatro personas:
Desharemos el chocolate y la mantequilla a fuego lento. Una vez deshecho, añadiremos el azúcar y dejaremos templar.
Separamos claras de las yemas.
Montar las claras a punto de nieve. Añadiremos el azúcar poco a poco mientras vamos montando. Antes de terminar añadiremos la levadura química.
En este punto, seguramente el chocolate esté templado: añadiremos al chocolate fundido las yemas y lo mezclaremos bien.
Seguidamente viene la parte más delicada: añadiremos el chocolate poco a poco sobre las claras montadas, que lo mezclaremos a cuchara con movimientos suaves para que las burbujas que tienen las claras no se escapen.
Reservaremos en el frigorífico para montar la tarta.
Pues nada, haremos un almíbar mezclando el agua y el azúcar y calentando.
Una vez que el almíbar esté listo, lo dejaremos enfriar un rato. Una vez que esté frío, incorporaremos la ralladura de naranja: de esta forma los aromas de la naranja no se liberarán durante la fase de cocción, sino que quedarán atrapados en la mezcla.
En una superficie plana, pondremos las galletas: es mejor poner -si nos queda- un poco de chocolate fundido para permitir que éstas se ahieran a la base.
A continuación las empaparemos de almíbar con un pincel de repostería.
Capa de mousse de chocolate, capa de galletas, empapar en almíbar y así hasta una última capa de mousse.
PENDIENTE: El mousse es un producto, que por llevar huevo, es posible que tienda a oxidar. A valorar si la tarta debería cubrirse de cobertura de chocolate para evitar este efecto no deseado.