Cortamos en láminas finas las patatas y las echamos a freir con la cebolla.
Por otro lado, haremos la bechamel mezclando la leche, la harina y la mantequilla.
Cuando estén las patatas, en una fuente de horno se echan las patatas, se añade una capa ligera de atún y trozos de brócoli pequeñitos; casi en juliana.
Cubrimos con la bechamel y encima ponemos el queso parmesano.
Se hornea a 180 grados durante unos 15-20 minutos y listo.