Para la masa, mezcla la mantequilla ablandandola con el azúcar. Mezcla bien, añade 1 huevo y las yemas y sigue batiendo. Mezcla la harina con la levadura e incorpóralas a la mezcla anterior. Amasa hasta conseguir una masa homogénea.
Tápala con un plástico de cocina y deja que repose de 30 a 60 minutos.
Espolvoreala con un poco de harina y estírala con un rodillo, dejandola con 1 cm de grosor.
Forra los moldes con la masa, rellenandolas con la mermelada y cierralas con otro círculo de masa del mismo tamaño del molde. Para unir la masa de la base y la tapa, unta los bordes de la base con un poco de agua, coloca encima la tapa y presiona con un tenedor.
Con la masa sobrante puedes formar alguna figurita para adornar los pasteles. Bate el otro huevo y una la parte superior con un pincel, introduce en el horno (previamente calentado) y hormea a 180 grados durante 15-20 minutos.
Para adornar, puedes preparar una glasa, mezclando dos cucharadas de azúcar glas con unas gotas de agua caliente.
Sirve los pasteles espolvoreandoles con un poco de azúcar glas y untados con la glasa.