Esta masa es la masa “estandar” de la empanada. La masa “enriquecida” con más grasa (y por lo tanto más rica, no nos engañemos) está en la receta de la empanada de atún.
En un bol ponemos la harina y hacemos un volcán, dentro echamos dos huevos sin batir, la grasa de cerdo, la leche templada (recordar, menos de 35º) y la levadura.
Vamos removiendo inicialmente con la ayuda de una cuchara y vamos ligando todo.
Cuando veamos que comienza a espesarse, amasar con las manos, añadimos una pizca de sal, y si es necesario más harina, amasamos hasta que la masa se despegue de las manos.
Hacemos dos cortes en cruz en la parte superior y dejamos fermentar tapada con un paño, sin corrientes de aire (ya sabeis, cuanto más calentito más le gusta a la levadura para hacer su trabajo).
Se sofríe la cebolla y el pimiento rojo. Se añade sal y azafrán.
En otra sarten ponemos el pulpo a sofreir un poco, para que suelte parte del agua que lleva. Vamos a cortarlo fino, ya que es así como irá en la empanada.
Juntamos los dos sofritos y dejamos enfriar.
Se estira la mitad de la masa, cuanto más fina mejor. La colocamos encima de la bandeja de horno.
Cortamos la masa que nos sobra: si has conseguido amasarla en un rectángulo perfecto, posiblemente no esté lo suficientemente lisa.
Ponemos el sofrito con el pulpo encima.
Amasamos el otro trozo de masa y lo ponemos encima.
Juntamos los bordes y sellamos con un tenedor.
Hacemos un pequeño agujero para que el relleno “respire”.
Se cuece en horno a 200ºC (precalentado) unos 30 - 40 minutos.