En un bol ponemos la harina de maíz, calentamos el agua hasta que hierva y vamos añadiendo poco a la harina del bol. Removemos con una cuchara y seguimos añadiendo agua hasta formar una masa más o menos líquida, más o menos como si fuera un puré de patatas ligeramente espeso.
Durante el proceso añadiremos la grasa de cerdo.
Finalmente dejaremos enfriar la masa hasta que la temperatura esté aproximadamente en 35º (por encima de esa cifra la levadura moriría).
Añadimos la levadura desmenuzada y luego el resto de harinas, seguimos removiendo con ayuda de una cuchara, y si necesitamos más agua, se añade, pero siempre templada.
Pochar cebolla y pimiento rojo. Cuando esté pochado añadimos azafrán y sal.
Limpiar los mejillones y quitar las barbas. Se cortan en trozos pequeños y se añaden a la cebolla. Seguimos pochando otro rato y dejamos enfriar.
Preparar bandeja de horno con papel de hornear.
Con la masa vamos a extenderla con la ayuda de un tenedor, poniendo una capa fina: olvidaros de amasar o extender como si fuera una pizza, esto es más bien esparramar la masa para que cubra la bandeja de horno.
Luego añadimos el relleno que previamente habremos escurrido.
Se tapa nuevamente con otra parte de masa y listos para horno.
Horno a 200ºC durante 60 - 90 minutos, puede que más. Vereis que la masa “hierve” literalmente antes de asentarse.