Potente. Casi medio kilo de azúcar. El resultado es estupendo, sin lugar a dudas.
El bizcocho no tiene que hacerse del todo (ésa es la gracia para que quede jugoso); pinchar con un cuchillo, pero no es necesario esperar hasta que esté completamente hecho.
Recomiendo, para tomarlo, cortar un trozo y ponerlo diez segundos en el microondas: se fundirá ligeramente y el resultado es mucho más sabroso. Combina genial con el café.
Horno a 190 grados 2)
Trocear las nueces y avellanas. Tostarlas ligeramente pasandolas por la sartén, sin aceite.
Fundir chocolate con la mantequilla y dejar enfriar hasta que esté templado.
Mientras tanto, batimos huevos, añadimos azúcar, harina (tamizado previo) y la sal. No hay que echar levadura, este postre no lo lleva.
Finalmente incorporamos los frutos secos y añadimos al chocolate y el agua. El propósito del agua es permitir que el azucar se disuelva adecuadamente y la masa se pueda trabajar mejor: añadir la que se necesite para obtener una masa más trabajable, pero sin que pierda consistencia.
Enharinar molde, verter y al horno.
Tiempo de cocción: 20-25 minutos aproximadamente. Conviene meter un pincho y ver como va de hecho. Ya sabeis que no es preciso que se haga mucho.
Dejar enfriar y listo.